23 de marzo de 2008

La Mudanza

La cosa fue así...
Desde que empezamos en mayo del año pasado, nuestra base de operaciones, tal como lo comentamos antes, fue la casa de Juan.

Resulta que desde que Anabella comenzó con la convivencia las cervezas no nos salían del todo bien. Quizá sea una maldición que nos hecho para que nos fuéramos y no la molestáramos los sábado desde las 8 de la mañana.

Mentira... Ana nunca se quejó y muchas veces hasta nos hizo pochoclos para mitigar el hambre que nos da el aromático perfume que tiene la cerveza durante el proceso de cocción. Además, con la noticia de que Juan y Ana serian padres, la decisión se apresuró.

Necesitábamos un nuevo lugar para ubicarnos, que nos diera las comodidades que teníamos en lo de Juan y pudiéramos ir desde muy temprano a fabricar...

Y como por arte de magia el Barba, Papito celestial, el Gran Jefe o como quieran llamarlo, le dio a Lucas la posibilidad de irse a vivir a la que fuera la casa de sus abuelos.

Y con Lucas llegamos nosotros. El sábado 22 de marzo realizamos la mudanza. Dos viajes en el Twingo del Chelo fueron suficientes para trasladar todo el equipo.

Ubicamos todo en un cuarto al fondo. Instalamos más o menos el equipo y lo dejamos listo para la semana siguiente, cuando fabricaríamos la primera cerveza del año.

Así que ahí estamos, en una cortada de Morón norte, cerca de la terminal de la 216, donde nos esperan muchos sanguches de jamón de cerdo para ser almorzados la próxima reunión.

Por ahora este es el lugar desde donde brotan nuestras esperanzas de una buena cerveza, de una cerveza que todos gusten tomar, de una MAMUT...

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