Como contamos en el primer post, nosotros nos conocimos en un Grupo Scout. También hablamos de un señor con sombrero de cuatro pozos que con solo una mirada nos ponía en vereda.
Pero no podemos dejar de lado a las otras personas que aparecen en la foto de más abajo.
En nuestra infancia, cuando usábamos un uniforme verde y nos creíamos lobitos, Alejandra fue quien nos enseñó las primeras cosas. Nos contaba como nadie contó jamás, los cuentos del Libro de las Tierras Vírgenes, haciendo que cada uno de nosotros se meta en la piel de Mowgli.
Ya más grandes, en la tropa, Miguel nos marcó la primera señal de pista para lo que sería nuestra vida scout. Si no fuera por su carisma y la dedicación que nos puso, hoy seguramente no estaríamos aquí como amigos haciendo cerveza. El fue quien encendió en nosotros la llamita de la aventura, de la vida y el trabajo en equipo. Gracias a él, cada campamento vivido en esa etapa de nuestras vidas, como el de Bariloche 93 o Mendoza en 1994, son para nosotros fechas imposibles de olvidar.
Que decir del que siguió. "Amura! Amura!" nos gritaba, mientras levantábamos el inmenso mangrullo que dominó el grupo durante diez años. En esta etapa, de plena adolescencia, Marcos nos incentivaba (sanamente) para que tuviéramos nuestras primeras discusiones. Las construcciones monstruosas que hicimos con él y la mística del Consejo de Guerreros de la Nehuen Traful tampoco serán fáciles de olvidar.
El último es Antonio, con él vivimos el roverismo y dimos los últimos pasos como jóvenes, para convertirnos en adultos. Largas horas de reunión en el Krall, fútbol, chon-chon y asados de la ruta fueron grandes momentos que compartimos en esta etapa, en la que intentábamos encaminarnos en nuestras vidas.
También hubo muchos amigos y amigas en este camino. Son demasiados para nombrarlos a todos. A algunos ya no los vemos, con otros nos vemos seguido, en el futbol de los domingos y en reuniones y con algunas de las chicas hubo algo más y hoy son algunas de nuestras novias, esposas o ex novias.
A todas estás personas las conocimos y aprendimos a quererlos en el mismo lugar, el terreno del Grupo Scout...
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